sábado, 30 de septiembre de 2017

Anhelando el adoctrinamiento

Queda menos de media hora para el 1-O, ya sabés, el día del referéndum democrático según unos, el referéndum ilegal según otros, o el enésimo día del hartazgo para muchos más. Porque para los que estamos en medio esto es para estar ya muy muy harto.
Y es que claro, estar en medio te da la ventaja de poder mirar a ambos lados, ver lo que hacen unos, lo que hacen otros y así formarte una opinión lo más amplia posible. Pero siendo realistas, también eso harta. Ojalá de pequeño me hubieran adoctrinado en la escuela, cantando el Cara al Sol por las mañanas, llenando mi alma de ese Espíritu Nacional que hace a los españoles seres superiores al resto, capaces de las más grandes proezas armados tan solo con dos cojones y la fe. U ojalá me hubieran adoctrinado en una escuela catalana, de esas en  las que te enseñan que el Ebro es un río catalán nacido en tierras extranjeras, que la guerra de sucesión al trono de principios del XVIII no fue tal sino una guerra contra Cataluña, que Cataluña ha sido un país desde tiempos inmemoriales y que hablar español es de paletos.
Porque así, adoctrinado, sabría sin duda cuál era mi lugar y lo que tenía que hacer. Como por ejemplo gritar a los cuatro vientos que esos putos catalanes que se jodan que van a seguir siendo españoles jajaja y a decir que escolta, la democracia somos nosotros y solo nosotros y España es una dictadura que nos tiene reprimidos y que es nuestra obligación luchar por la libertad que nos niegan desde hace 3 siglos.
Pero no, tengo la mala fortuna de que no me haya pasado ni una cosa ni la otra y de saber que aunque lo mejor es dejar marchar al que no quiere estar a tu lado quizás pensar que solo los tuyos molan porque sois seres de luz y el resto fachas pues no está tan bien como parece.
Así que nada, que ya casi es 1-O y que a ver qué ocurre. No sé si votarán, si no y no tengo muy claro si me importa o no. Pase lo que pase la situación nunca se normalizará y solo queda esperar que no se líe buena. Buenas noches.





miércoles, 20 de septiembre de 2017

Sin solución posible

Cataluña, aunque legalmente sea España, en realidad ya no lo es. Se ha ido ya y no se espera que vuelva, es imposible. Y se ha ido porque cuando empezó la deriva independentista no se le puso freno. "Son cuatro locos", pensarían, "dejadlos con lo suyo, no hacen nada". Pero esos cuatro locos van haciendo cosas, y más cosas, ven que nadie les frena, así que se envalentonan y dan un pasito más, y luego otro, otro y otro más.
Y así, dejando a los cuatro locos, llegamos a lo de hoy. Un gobierno catalán que de facto no reconoce la legislación española y que está a punto de declarar unilateralmente la independencia de Cataluña. A día de hoy no le queda otra salida posible al presidente catalán. Llevan tanto tiempo diciendo lo de la independencia y han movilizado a tanta gente que es imposible que se puedan echar atrás. Tiene pánico a la mera idea de salir y decir "oídme, que al final lo del referéndum que no, que no va para adelante, que nos quedamos como estamos y ya". Madre mía la que se arma.
Pero claro, a ver la que se arma cuando declaren la independencia salga lo que salga en el referéndum, haya referéndum o no lo haya. Porque a Rajoy también se le han acabado als opciones. Como desde el principio no se ha hecho nada para parar todo esto, ahora no queda más opción que la de hoy, la judicial. Ya no se puede dialogar nada con Cataluña, la masa independentista no aceptaría tratado alguno con España ni siquiera a cambio de un referéndum legal. El  tiempo de hablar se acabó hace días, lo que pasa es que hasta hoy no se han dado cuenta.
Y ahora, pase lo que pase, hagan lo hagan los unos y los otros, Cataluña se ha ido para no volver. La fractura causada en la propia Cataluña por el independentismo y la fractura de Cataluña con el resto de España ya no tiene arreglo. Independencia o artículo 155 y que pase lo que tenga que pasar.